La Segunda

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"Se prohíbe a toda persona entrar en las estaciones o en los coches vestidos de manera indecorosa o manifiestamente desaseado". Estas es una de las 34 conductas prohibidas que contempla el todavía vigente «Reglamento para el Tránsito de Personas en el Metro», intacto desde 1976 cuando fue redactado y el tren tenía apenas 12 estaciones y una línea.

Hoy, cuando la red tiene 108 estaciones en 5 líneas, el reglamento escrito mientras la empresa aún era una unidad del Ministerio de Obras Públicas, empieza a cambiar. Así lo asegura el presidente del Metro, Rodrigo Azócar, quien anuncia que propondrá al directorio que se realicen reformas. "Es algo que hay que estudiar, ver la posibilidad de que la administración, con asesoría legal, le haga una modificación (al actual reglamento) y lo aprobemos en el directorio", indica.

"Este reglamento dice algunas cosas que eran válidas en los 70, no en 2016. En el tema de las fotos, independiente de lo que diga el reglamento (prohíbe «tomar vistas fotográficas, cinematográficas o televisivas de cualquier instalación o de los recintos de la Red de Metro»), estamos incentivando a los pasajeros a que denuncien situaciones riesgosas y delitos. Y por lo tanto si pueden sacar una foto con un celular para ello, bienvenido sea", explica.

"Desde 1989 el MOP no tiene nada que ver con el Metro", añade Azócar descartando que se necesite la anuencia de esa cartera, que figura en la cabecera del reglamento, para cambiarlo. Aún así, en marzo el ministerio conformó un equipo para ver cómo se podía modificar la normativa.

En el gobierno de Sebastián Piñera la empresa evaluó cambiar el reglamento que establece —por no cumplir alguna de las 34 prohibiciones— una multa de "un sueldo vital mensual de la provincia de Santiago, sin perjuicio de las sanciones penales que puedan corresponder".

Además de fotos, se prohíbe «cambiar de coche durante la detención del Metro» o «hacer funcionar en el túnel, dentro de los coches o de las estaciones del Metro, aparatos de radio o cualquier otro objeto sonoro, luminoso o destellante».

Ley de transporte público

Pero cambiar el reglamento —que fue promulgado en un decreto con la firma del general Pinochet y su ministro de OO.PP. Hugo León— plantea dudas entre los expertos jurídicos. Según el profesor de la U. Católica Sebastián Zárate "lo que falta es un instrumento que sea adecuado. Uno vía decreto es insuficiente para regular derechos fundamentales y tocar por ejemplo eventuales delitos. Se requiere una ley de transporte público".

Agrega que "este decreto se promulgó cuando ni siquiera había Constitución en Chile. Un decreto es algo para regular clubes sociales o deportivos, no para el tren subterráneo. De hecho, cualquiera que reciba un castigo por este decreto podría reclamar ante la corte que no corresponde un procedimiento", y destaca la experiencia de otras grandes ciudades europeas donde existe una policía especial que controla las malas conductas en el transporte público.

El profesor de la U. Diego Portales y la U. San Sebastián Marcelo Silva, añade que un cambio "sólo podría referirse a multas por infracciones menores, pero no podría abordar cosas como los delitos o la eximición de responsabilidad en caso de accidentes. Cualquiera que se sintiera afectado podría recurrir a tribunales superiores".

Añade que "cuestiones como la contratación de servicios entre una empresa y un consumidor, o cosas que tocan a los derechos fundamentales, exceden los puntos para los cuales se redacta y promulga un reglamento".

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