El Mercurio Legal
Hace algunos meses, fue publicado el libro "Elementos de Derecho y Regulación Económica", de Ediciones de la Universidad de Valparaíso, cuyo autor es el profesor de Derecho Económico de ese plantel, Críspulo Marmolejo. A lo largo de sus 226 páginas, —obra prologada por el ministro del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), Javier Tapia,— el autor propone la tan necesitada mirada actualizada de los fundamentos teóricos sobre la cual debiera reposar la enseñanza moderna y práctica actual de algunos aspectos referidos a la regulación económica.
El texto se divide en tres capítulos: el primero se denomina "Derecho y Economía" y propone una fotografía vigente del estado actual de las relaciones entre ambas disciplinas, manifestada básicamente en la enseñanza del Análisis Económico del Derecho (AED). En esta parte, el profesor Marmolejo sustenta dos propuestas extraordinariamente novedosas entre nosotros: una de ellas es la reseña nacional de los académicos que se han ocupado de la difusión y docencia del AED en Chile; y la segunda, más provocadora, a mi juicio, propone la idea ambiciosa de fortalecer la enseñanza de la Microeconomía para estudiantes de Derecho en las diversas escuelas del país, como lo revela en su página 35 cuando afirma "formación económica de abogados: Por qué mas Microeconomía?".
Quizás, la orientación y predilección del autor por la comprensión real —y no meramente normativa (déficit habitual entre abogados)— de los mercados, como núcleo fundamental de la enseñanza de esta disciplina, unida a su paso como ministro (s) del TDLC puedan influir en esta postura, que es defendida en el texto de una manera evidente.
El capítulo segundo se denomina "Derecho y Regulación Económica" y expone el panorama doctrinario actual sobre las teorías que justifican la decisión de regular mercados, haciendo una referencia interesante y pertinente a la influencia de la Economía Conductual o "Behavioral Economics".
En el capítulo tercero, en tanto, Marmolejo aborda un problema que denomina "intersecciones" y en el cual pretende demostrar la forma cómo la regulación económica puede confluir con la conducta de operadores y sus modos de cumplirla, y en especial, con los derechos de propiedad, desarrollando algunos aspectos sobre la doctrina de la regulación expropiatoria, una materia que hemos tenido ocasión de desarrolla e investigar durante varios años.
En general, el libro, dirigido fundamentalmente a estudiantes —con pasta para convertirse en un verdadero clásico para la enseñanza de esta disciplina— se describe modestamente como un "texto muy breve que presenta una exposición básica sobre las relaciones entre Derecho y Regulación Económica" y que se hace cargo de la idea que la obsoleta denominación "Derecho Económico" ya no obedece al actual modo de funcionamiento de los mercados en un contexto actividades económicas reguladas.
A la par de expresar una fundada confianza en los mercados eficientes como mecanismos de asignación y desarrollo, el autor postula que la necesidad de una regulación económica razonable, moderna y adecuadamente diseñada es un instrumento necesario para corregir algunas fallas de mercado, optimizar niveles de bienestar y proteger a usuarios y consumidores.
Se trata, por tanto, de una obra tan refrescante como necesitada en la enseñanza del Derecho Económico y Regulatorio, cuyo texto debiera perder muy pronto su categoría de secreto mejor guardado y del que nadie —alumno, profesor o abogado en ejercicio en esta área del Derecho— debiera prescindir.