En esta cuarta edición participaron expresidentes, autoridades regionales, líderes de opinión y académicos, quienes ayudaron a comprender cuáles son los 10 riesgos identificados y desglosados en el informe. 

El miércoles 10 de enero el Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (CEIUC) lanzó la cuarta edición del índice Riesgo Político América Latina 2024, insumo relevante para quienes toman decisiones en la esfera pública y privada, y que ha logrado identificar con precisión aquellos temas que han venido posicionándose en la agenda regional como los riesgos políticos de mayor gravedad: el crimen organizado, la corrupción, la desafección democrática y la gobernabilidad bajo presión.

La actividad contó con la presencia del secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar; con la jefa de la división de investigación del Banco Itaú, Carolina Ratto; la investigadora del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Denise Dresser; el jefe de la sección política del diario La Nación de Argentina, Jorge Liotti; y el investigador senior de Dialogo Interamericano, Michael Shifter.

Sobre los resultados de la investigación, el profesor y director del CEIUC, y uno de los editores del informe, Jorge Sahd, sostuvo que “el ranking de este año es liderado nuevamente por la inseguridad, crimen organizado y narcotráfico, aumentando la brecha respecto del segundo riesgo. El aumento de la violencia es un tema que ha copado la agenda regional y, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD), el crimen organizado es el responsable de alrededor de la mitad de los homicidios en Latinoamérica y el Caribe”. En ese sentido, aclaró que “8 de cada 10 países con las tasas de homicidios más altas del mundo se encuentran en Latinoamérica y el Caribe”.

Respecto a la gran cantidad de elecciones que se darán en la región durante este año, el investigador senior del CEIUC y coeditor del informe, Daniel Zovatto, anticipó que “traerá un debilitamiento de la tendencia del voto de castigo a los oficialismos, un balance entre continuidad y alternancia, y una mayor diversidad ideológica entre los mandatarios”. Asimismo, agregó que la prevalencia de gobiernos de izquierda o centro izquierda que existía en América Latina a inicios de 2023 (la llamada segunda ola rosa) se ha visto reducida como consecuencia de tres triunfos de mandatarios de derecha o centro derecha en Paraguay, Ecuador y Argentina, y algo similar podría ocurrir durante el presente año en otros países. “De confirmarse nuestras proyecciones, el nuevo mapa político regional será más heterogéneo sin olas rosas ni olas azules predominantes”, concluyó.

Los diez riesgos identificados, en orden de importancia, son:

1. Inseguridad, crimen organizado y narcotráfico

2. Aumento de corrupción e impunidad

3. Desafección democrática. Avance del populismo y autoritarismo

4. Gobernabilidad bajo presión y rápida perdida de apoyo a mandatarios

5. Aumento de flujos migratorios

6. Radicalización de las protestas sociales

7. Inestabilidad internacional

8. Deterioro del clima de negocios

9. Impacto de la tecnología en la política

10. Vulnerabilidad frente al cambio climático

Información periodística: Centro de Estudios Internacionales UC