El encuentro, organizado por el Centro de Alumnos de la Facultad, contó con la participación de los profesores UC José Francisco García y Sebastián Soto, y de la Universidad de Chile, Fernando Atria y Flavia Carbonelli.
En el patio de la Facultad de Derecho se desarrolló el pasado miércoles 6 de noviembre el debate ‘Conversemos sobre la Constitución’ organizado por el Centro de Alumnos Derecho UC.
El encuentro, que se enmarca dentro del proceso de reflexión y diálogo al que ha llamado el Rector y el Decano de la Facultad en el contexto de la crisis por la que atraviesa el país, contó con la participación de los profesores Derecho UC, José Francisco García y Sebastián Soto, y de los profesores de la Universidad de Chile, Fernando Atria y Flavia Carbonelli.
En la instancia, que tuvo una duración de más de una hora, los académicos reflexionaron sobre las causas de la crisis social de Chile y la necesidad de avanzar en la discusión constitucional y a través de qué mecanismos.
La primera intervención estuvo en manos del profesor Atria quien aseguró que el estallido social responde a la indignación de la ciudadanía frente al abuso, “manera en que el problema constitucional se presenta frente a los ojos de los ciudadanos”. El académico explicó que en Chile el poder fáctico principal es el poder económico y que en este contexto, el poder político se presenta como uno débil, como un instrumento del poder del mercado. Mientras eso no se solucione, concluyó, la política va a continuar perdiendo legitimidad.
José Francisco García, en tanto, explicó que desde su mirada el problema de la crisis social es de expectativas. “El modelo no estuvo al nivel de las promesas que se hizo especialmente en una dimensión de igual dignidad y trato respecto de todos los chilenos, y eso pega en la cara a las élites”. Sobre la discusión constitucional, el experto esgrimió que el principal problema es que no hubo seguimiento entre el proyecto de la presidenta Bachelet y el presidente Piñera y que una de las salidas es retomar ese proceso evitando que caiga en manos de los radicales.
Flavia Carbonell aseguró que “necesitamos una nueva Constitución, un acuerdo político que emane del pueblo y que consista las bases del ejercicio del poder político y los derechos sociales de las personas”, enumerando las razones por las que es necesario el cambio. En Chile no hay un pacto en esta materia, ni acuerdos básicos sobre los estándares universales de vida decente. La Constitución, explicó, no cuenta con afecto constitucional alguno.
Finalmente, el profesor Soto reflexionó sobre el descontento social y la violencia que se ha apoderado del movimiento, haciendo referencia a la idea que se ha instalado de que el cambio constitucional terminará con el descontento social. “Las listas de espera, la educación, las pensiones tiene poco que ver con lo que diga la constitución”. Aun así, se preguntó sobre la capacidad de la actual Constitución para fijar las reglas del juego. “Una Constitución es la que fija las reglas del juego cuando tenemos desacuerdos y ésta nunca va a resolverlos si está siendo continuamente desacreditada. Pareciera que llegó el tiempo de iniciar una discusión constitucional mucho más profunda que la que veníamos discutiendo hasta ahora”, aseguró.
Sobre dónde y cómo hacer estos cambios, el académico recordó que Chile sigue siendo una democracia participativa, por eso es en el Congreso donde se debe tomar la decisión fundamental. La Asamblea Constituyente en momentos de polarización como la actual, es una mala salida. No debemos olvidar la experiencia reciente en países vecinos como Venezuela, Ecuador y Bolivia, puntualizó.