El Líbero

Germán Concha 158x158

A diferencia de Argentina, los controles sanitarios no suelen contar con oposición en Chile. Sin embargo, la nueva cuarentena en la Región Metropolitana ocasionó molestia en sectores políticos que, ahora, amenazan con frenar una ampliación del estado de excepción en el Congreso. Abogados consultados por El Líbero analizan alcances y limitaciones de eventuales acciones contra restricciones impuestas por la pandemia.

Distintas causas judiciales en contra de las restricciones sanitarias por la pandemia se iniciaron desde marzo de 2020 en Argentina. La más reciente fue interpuesta por el alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez, contra el gobierno de Alberto Fernández por prohibir las clases presenciales durante 15 días por la pandemia. En mayo, la Corte Suprema falló a favor del edil al determinar que se “violó la autonomía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

Fue una excepción. Otras causas contra los aislamientos obligatorios, cierres de fronteras y otras medidas restrictivas fueron rechazadas por los tribunales que, finalmente, respaldaron las decisiones de la Casa Rosada. El escenario es distinto en Chile, donde estas medidas no escalaron a ámbitos jurídicos. Sin embargo, la última decisión de confinamiento total en la Región Metropolitana cuenta con sus propios detractores que, ahora, amenazan con frenar una ampliación del estado de excepción constitucional de catástrofe en el Congreso. “Se viene la discusión ahora, nosotros hoy día estamos seriamente considerando rechazar la ampliación del estado de excepción constitucional porque nos parece que los chilenos no pueden seguir encerrados”, dijo Javier Macaya, jefe de la UDI.

La cuarentena de la Región Metropolitana, anunciada el jueves e iniciada ayer, fue rechazada también por el Partido Republicano. Su líder, José Antonio Kast, llamó autoritario al nuevo aislamiento: “Llegó la hora de terminar con esta verdadera dictadura sanitaria que está ahogando el emprendimiento, liquidando negocios, impidiendo los aprendizajes y estancando el país. No más cuarentenas, no más toque de queda, no más estado de excepción. Libertad y responsabilidad ahora”.

Según el presidenciable de PR, “Chile es uno de los países con más población vacunada y a la vez, con más restricciones. Hay pocos países en el mundo que apliquen tantas limitaciones a la libertad y que lo hagan por tanto tiempo”.

De momento, los detractores de las nuevas cuarentenas solo amenazan con posibles trabas en el Congreso, pero en el ámbito jurídico existen distintas vías con capacidad de frenar restricciones. El abogado constitucionalista Rodolfo Figueroa, profesor de la Universidad Diego Portales, aclara que el estado de excepción, en sí mismo, no es impugnable. Según el artículo 45 de la Constitución, “los tribunales de justicia no podrán calificar los fundamentos ni las circunstancias de hecho invocados por la autoridad para decretar los estados de excepción”.

Aunque son dictado por el Presidente de la República, el Legislativo puede dejar sin efecto esta medida. Hasta el 30 de junio está vigente el estado de excepción que rige en Chile, y su prórroga depende del permiso del Congreso. De ahí que la advertencia de la UDI plantea un nuevo escenario de incertidumbre para el Gobierno.

El abogado constitucionalista y profesor de Derecho de la Universidad Católica, Germán Concha, remarca que los estados de excepción constitucional son regímenes de carácter transitorio. “Su objetivo es permitir que se supere una crisis y que la sociedad pueda volver a la normalidad. En ese contexto, su extensión en el tiempo debiera ser la estrictamente necesaria”. Cree necesario que la adopción de medidas en un estado de excepción constitucional considere no sólo las consecuencias positivas que, “teóricamente se pretende producir, sino también la efectividad real que tienen, los efectos negativos que producen y, especialmente, la restricción que suponen en los derechos fundamentales”.

“Medidas impugnables”

Si bien el estado de excepción no es impugnable ante tribunales, sí lo son aquellas medidas adoptadas durante su vigencia. Figueroa señala que, en Chile, típicamente, el recurso de protección es un mecanismo usado para proceder con una impugnación. “Las medidas particulares que adopte la autoridad administrativa, el Gobierno, (durante un estado de excepción) sí se pueden impugnar ante los tribunales: cuarentenas, restricciones como tipos de establecimientos pueden abrir o cerrar, horarios, toques de queda, viajes interregionales, cierre de fronteras”.

El académico indica que en el país no existe experiencia similar a la situación actual, motivo por el cual “no tenemos muy claro cuáles son los estándares constitucionales, que uno pueda predecir ante la Corte, usar estándares preexistentes, porque todo esto es un terreno nuevo”.

Señala que esto no sería una limitante en caso de pretenderse interponer un recurso de protección contra medidas específicas: “En materia constitucional, el principal argumento es la razonabilidad. Cuando se pretende reclamar ante una autoridad, uno evalúa una medida si es razonable, y eso se usa, el recurso de protección, que siempre ha funcionado en Chile bajo parámetros de proporcionalidad”.

Figueroa dice que, en general, pareciera que “la ciudadanía se ha sometido a estas restricciones sin reclamar judicialmente” en Chile.

La función de las cuarentenas

El Gobierno reconoció la existencia de una “fatiga pandémica”, aunque aseguró que “eso no quiere decir que las cuarentenas no funcionen”. El ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, respondió a las críticas por el confinamiento de toda la Región Metropolitana: “Los datos muestran que cuando hay cuarentenas, puede bajar entre un 26%, 30%, 35% la movilidad. Es menos que en los primeros momentos de cuarentena, obvio, porque hay una fatiga pandémica, lo entendemos, pero eso no quiere decir que las cuarentenas no funcionen”.

Desde el ámbito médico restringir la movilidad es clave para disminuir los contagios de coronavirus. El infectólogo de la Clínica Universidad de los Andes y decano de la facultad de Ciencias de la Universidad San Sebastián, Carlos Pérez, considera que “en estos momentos no existe otra opción, además de seguir recomendando medidas de autocuidado y avanzar en la vacunación, que limitar la movilidad de las personas y la única manera de hacerlo, además del toque de queda, es con las cuarentenas”.

El doctor reconoce que los confinamientos “no tienen la efectividad que tuvieron en un comienzo, básicamente porque no se cumplen de manera adecuada; pero al menos al haberlas decretado y con todo lo que involucra” disminuye la posibilidad de contagios. “La situación es muy compleja: un altísimo número de casos activos en el país, especialmente en la Región Metropolitana, gran ocupación de camas críticas y de ventiladores, alta positividad de PCR, especialmente en la RM que ya supera al resto de las regiones con 12%”, explica. Ayer, el ministro de Salud, Enrique Paris, en el balance televisado, recalcó que el decreto de cuarentena para la RM obedeció a que, a diferencia de otras regiones, es la única que “está creciendo” en contagios.

Para Concha “desde la perspectiva de un no experto, llama la atención que no se haya pasado a un esquema de vacunación de toda persona mayor de edad que quiera hacerlo, y, en cambio, el sistema siga aferrado a un esquema de calendario rígido”.

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