Radio Pauta
 Angela Vivanco 158x158 3

"Esta discordancia entre la identidad de género de una persona y su sexo biológico, en lo que consiste la transexualidad, implica para aquella estar en una situación que muchas veces le provoca una grave angustia. [...] Queda en evidencia que la transexualidad o transgenerismo no refiere solo a preferencias o deseos, sino y mucho más, a una necesidad asociada con la identidad, la calidad de vida y los derechos".

El párrafo es parte del fallo que redactó, en noviembre de 2018, la ministra de la Corte Suprema Ángela Vivanco. Llevaba apenas tres meses en ese cargo y el máximo tribunal acogió, en forma unánime, un recurso de casación presentado por una persona trans y ordenó el cambio de sexo registral.

La resolución coincidió con la promulgación de la Ley de Identidad de Género, que entonces generó fuertes críticas de los grupos más conservadores. Y llamó especialmente la atención que en la mayoría -y la redacción- estuviera el voto la ministra Vivanco. Esto, porque cuando fue postulada por el Gobierno de Sebastián Piñera para integrar la Corte Suprema (respaldada por el oficialismo), fue tildada como ultraconservadora. Entre otros asuntos, patrocinó el recurso de protección que presentó la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde es profesora, en contra del Ministerio de Salud por el protocolo de objeción de conciencia institucional y personal para realizar abortos.

También hizo mucho ruido su pasado en política. Pese a que se ha dedicado a la academia por más de 20 años, en 1995 fue presidenta de la Unión de Centro Centro (UCC), partido que fundó Francisco Javier Errázuriz. Luego pasó a RN, donde antes de ser candidata -sin éxito- a diputada por La Cisterna-San Ramón, trabajó en el Instituto Libertad, ligado a ese partido.

A casi un año de integrar la Corte Suprema -fue ratificada el 4 de julio de 2018- hoy Ángela Vivanco es parte de la Tercera Sala Constitucional de la Corte Suprema, que tiene en sus manos decisiones clave para la ciudadanía, como temas de libertades públicas, derecho a la salud, medioambiente y, entre otros, decisiones sobre libre competencia: a fines de mayo fue parte del voto unánime que prohibió el acuerdo de Latam con American Airlines e IAG. Un tribunal que, además, está integrado por influyentes ministros, entre ellos Sergio Muñoz (presidente); Carlos Aránguiz y María Eugenia Sandoval. El quinto miembro es una vacante por llenar.

Los integrantes de la Tercera Sala también tienen sintonía en varios otros aspectos. Cuatro de sus cinco integrantes son los jueces en contra de quienes el abogado Isidro Solís -que representa a uno de los tres magistrados cuestionados de la Corte de Apelaciones de Rancagua- pidió su inhabilidad para integrar el Pleno que decidirá el próximo 21 de junio la expulsión de los ministros de la Región de O´Higgins del Poder Judicial. Esto, porque el 9 de abril, Muñoz, Vivanco, Aránguiz, Sandoval y Arturo Prado estuvieron por abrir un cuaderno de remoción en su contra para acelerar su exoneración, por lo que el defensor pensaba que habían omitido opinión previa. Sin embargo, la Corte Suprema raechazó la solicitud de implicancia.

La polémica por Quintero

Vivanco postuló a la Corte Suprema en uno de los cupos para abogados externos, que no hicieron carrera judicial (corresponden a cinco de los 21 integrantes del máximo tribunal). Y entró en reemplazo de Patricio Valdés, un juez que también había sido apoyado por la derecha en el Senado y que jubiló en febrero de 2018.

En el Senado obtuvo 30 votos a favor (necesitaba 28), ocho en contra de los senadores socialistas Isabel Allende, Alfonso de Urresti, Álvaro Elizalde, Rabindramath Quinteros y Carlos Montes; Adriana Muñoz (PPD), Alejandro Navarro (MAS) y Juan Ignacio Latorre (RD). Ricardo Lagos Weber (PPD) y José Miguel Insulza (PS) se abstuvieron.

Sobre su primer año en la Suprema, Ángela Vivanco lo califica como "una oportunidad de aprender mucho. Yo venía de afuera, del mundo académico y profesional, y la visión que da estar dentro de la judicatura es distinta. En mi sala se ven cientos de temas, pues todos los recursos de protección llegan a mi sala. Ha sido una experiencia enriquecedora y un sistema de trabajo fuerte", dice la ministra a PAUTA.

 

-¿Y cuánto cambió su visión del Poder Judicial al estar dentro?

"Cuando uno es abogado foráneo, está pendiente de una determinada causa o consulta. Pero cuando se es juez, está viendo el pulso de las materias en cuanto la necesidad de los requerimientos de las personas. En muchísimas causas hay mucha angustia de personas que concurren a judicializar los temas porque no tienen otras formas de obtener respuestas. Y ese pulso social, que es la administración de justicia en global, se ve mucho más claro cuando uno está en un tribunal".

Y añade: "Esta es una sala en la que se estudia mucho y en la que tenemos relatores muy preparados precisamente porque son temas de gran trascendencia, donde se tratan los derechos constitucionales de las personas. Y también de trascendencia institucional, porque comprometen intereses colectivos, del Estado y la fe pública".

La Tercera Sala, además, es uno de los tribunales que el Gobierno, el Congreso y los académicos del derecho siempre tienen en la mira por sus fallos. El último fue del 29 de mayo pasado, cuando en forna unánime acogió 10 de los 12 recursos de protección presentados por los habitantes de Quintero y Puchuncaví por la crisis provocada por los episodios de contaminación.

 

Leer Entrevista Completa acá