El Mercurio

Alex van Weezel 158x158

Tardó más de 16 años, pero el miércoles recién pasado el ministro Alejandro Madrid, quien instruyó la investigación por la muerte del expresidente Eduardo Frei Montalva, dictó condenas por homicidio simple contra seis personas: autor, cómplices y encubridores.

La sentencia, contenida en 811 páginas, ha generado debate entre los penalistas. Unos son críticos; otros, plantean dudas. ¿Si resiste pasar por las cortes superiores? Es un caso 'complejo', dicen, y piensan que es en esos tribunales donde el fallo se pondrá a prueba.

Sospechas acreditadas

El abogado Cristián Riego, profesor de la U. Diego Portales, reconoce que 'hay una serie de circunstancias sospechosas que rodearon la muerte del expresidente', pero 'la verdad, el ministro Madrid no logra decir con claridad qué es lo que ocurrió'. Ejemplifica: 'Que el Gobierno tenía... digámoslo así, no le gustaba el comportamiento del expresidente Frei, que la CNI lo venía siguiendo, que había algunos médicos que estaban vinculados a la CNI'.

—¿Qué acredita?

—Yo creo que lo único que el ministro logra acreditar es una serie de sospechas.

'Una cosa fundamental en un fallo —explica Riego— es que se le explique a uno cuál es el hecho que se da por comprobado y que constituye un homicidio, en este caso, simple. Y, cuando uno lee el fallo, uno no encuentra eso'.

Ausencia de veneno dificulta dolo

También es crítico el profesor de la UC Alex van Weezel: 'Me parece que al descartarse la hipótesis de un envenenamiento se complica sustancialmente el razonamiento para condenar por un delito doloso. La teoría del fallo es que una sucesión de aparentes negligencias e irregularidades no habría sido otra cosa que una trama muy sofisticada para matar al expresidente'. Admite que 'no es imposible que sea así, pero las presunciones sobre las que se construye esta teoría no aparecen suficientemente fundadas en la sentencia. Por ejemplo, no se tiene por probada una coordinación superior, pero tampoco se dan indicios de un actuar concertado de los coautores'.

Homicidio sin el 'calificado'

También pone el foco en el veneno el académico de la U. de Chile, Gabriel Zaliasnik. 'Creo que el ministro en la sentencia plantea un desafío muy grande al excluir la hipótesis de homicidio calificado por el uso de veneno. Ello requiere dar un salto lógico importante, pues supone imputar homicidio simple, lo que requiere establecer la forma comisiva del delito o bien en qué consistió la omisión dolosa atribuida'. Para el abogado, 'parecieran conductas más propias de hipótesis culposas que dolosas'.

La sentencia debe ser corregida, dice, por su parte, el profesor de la U. de los Andes, Gonzalo García, pero hacia el homicidio calificado. A su juicio, 'se trata de una de las sentencias de mayor relevancia de la historia jurídica nacional. Por lo mismo, llama la atención que no se haya llegado a todas las conclusiones que las pruebas arrojan. Esto es, que por una parte se reconozca en varios testimonios el suministro secuencial de una sustancia calificada como veneno y, por otra, que el ministro no haya condenado por homicidio calificado. Aquello debe ser corregido'.

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