La Tercera
Carmen Dominguez 158x158
 
Garantizar el acceso a sala cuna a todas las madres trabajadoras, igualdad de remuneraciones bajo similares condiciones y mayor adaptabilidad laboral, están entre los principales cambios necesarios para hacer frente a esta realidad.
 
A pesar de que se han realizado algunos avances en materia legislativa para impulsar la equidad de género, aún quedan materias por resolver. Mejorar la política de remuneraciones y garantizar el acceso a sala cuna, están entre las principales materias a resolver.

Las propuestas legislativas no han sido pocas, pero aún no registran mayores avances. En mayo de este año se planteó un proyecto de ley que modifica la Carta Fundamental en el sentido de promover la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

En la actualidad, esta iniciativa se encuentra en primer trámite constitucional, siendo estudiado por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la Cámara de Diputados.

Del mismo modo, en 2013 se planteó un proyecto que modifica la actual Ley de Violencia Intrafamiliar y establece una normativa que regula las relaciones íntimas de pareja sin convivencia o pololeo. Esta iniciativa se encuentra en segundo trámite, siendo estudiada por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado.

También existe un proyecto que modifica el actual Código Civil, regulando el régimen patrimonial de sociedad conyugal, el que se encuentra en segundo trámite constitucional en el Senado.

Asimismo, también está en trámite un proyecto que busca terminar con la discriminación que impide a la mujer contraer nupcias antes de los 270 días desde la disolución del vínculo matrimonial por divorcio, nulidad o muerte.

Es por este motivo que es clave resolver algunas materias pendientes, para avanzar en la equidad de género. Por ejemplo, garantizar el acceso a sala cuna a todas las madres trabajadoras, dependientes, independientes y de casa particular.

'Es importante desvincular este costo de la contratación de mujeres como sucede con la actual legislación, en el artículo 203 del Código del Trabajo, que obliga a las empresas con 20 o más mujeres tener o pagar por esta infraestructura. En Chile, el 88% de las organizaciones contrata a un máximo de 19 mujeres', explica Francisca Jünemann, presidenta de Fundación Chile Mujeres.

Para lograr este cambio, es clave realizar reformas. 'Se debe aprobar de manera urgente el proyecto de sala cuna universal presentado por el Ejecutivo, el cual cuenta con un amplio apoyo transversal, tanto político como de las organizaciones de la sociedad civil', asegura Jünemann.
 
Otro asunto pendiente es la distribución de los bienes. 'Se trata de un tema que todavía tiene un carácter discriminatorio y que aún genera complejidad en la realidad de las mujeres.

En Chile existe un régimen de sociedad conyugal, en el cual es el hombre quien administra. Sin embargo, en el país cada vez se casa menos gente. Sólo basta con estudiar las estadísticas de cuantos niños y niñas nacen bajo esta condición, y dos tercios lo hacen fuera del matrimonio. Aún así, este es un tema pendiente', manifiesta Claudia Iriarte, investigadora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Chile.

En esa misma línea, normar la relación entre ambos géneros también es un tema importante a considerar. 'Chile es uno de los pocos países que no ha regulado la convivencia, que no es lo mismo que el acuerdo civil de vida en pareja.

Eso es darle una formalidad a una relación. Sin embargo, existen formas que constituyen un núcleo donde muchas veces hay bienes, y por un tema cultural no se reconocen. En ese escenario, quienes pierden son las mujeres', asegura Iriarte.

Otro aspecto clave es avanzar hacia la igualdad salarial. Según el 2º Estudio Impulsa, en Chile la diferencia en las remuneraciones es superior al 30%, mientras que las grandes empresas reconocen una brecha de 12%.

'Se debe reformar el artículo 62 bis del Código del Trabajo, sobre igualdad salarial por ineficaz. Este, al señalar que se pueden realizar diferencias en las remuneraciones fundadas en las capacidades, calificaciones, idoneidad, responsabilidad o productividad, entre otras razones, abre la puerta a cualquier justificación', asevera Jünemann.

Así, la redacción del artículo debiese ser reemplazada por otra que precise que 'los salarios en las empresas deben ser establecidos objetivamente de acuerdo con el cargo o función y nunca según el género de la persona quien lo ejerce. No obstante, es posible entregar incentivos basados en la productividad y eficiencia de las personas trabajadoras', dice la fundadora de Chile Mujeres.

En contraste, hay visiones que apuntan a que también es necesario mejorar las políticas públicas. 'Es clave generar difusión de los derechos que ya han sido concedidos a las mujeres, pues no se ha avanzado demasiado en ese aspecto.

En general, este género los desconoce y debido a esta realidad, tampoco los ejerce. La igualdad también requiere de una decisión de concretarla.

No basta con que la regla diga que son iguales marido y mujer, si uno de ellos no se relaciona desde la mirada de pares', afirma Carmen Domínguez, investigadora de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica (UC).