El Mercurio

Miguel otero lathrop

Señor Director:

Curiosamente, el señor rector de la U. de Chile ignora claras disposiciones legales que obligaban a Carabineros a actuar frente a los delitos que se estaban cometiendo desde dentro y fuera de la Casa Central. Es un hecho no controvertido que desde el interior de esta se lanzaban a los carabineros bombas molotov, piedras, adoquines y palos, y que algunos encapuchados salían y volvían a entrar para cometer estos actos delictuales, todos los cuales constituyen delitos flagrantes.

El artículo 129 del C.P.P. establece: Inc. 2°: "Los agentes policiales estarán obligados a detener a quienes sorprendieren in fraganti en la comisión de un delito"; y el inciso final establece: "En los casos que trata este artículo, la policía podrá ingresar a un lugar cerrado, mueble o inmueble, cuando se encontrare en actual persecución del individuo a quien debiera detener para el solo efecto de practicar la respectiva detención".

De otro lado, la mayor parte de los establecimientos universitarios son lugares de libre acceso público. Cualquiera puede entrar sin que nadie lo controle o exija que acredite su calidad de universitario, e incluso llegan a entrar a clases. La policía tiene acceso a los lugares de libre circulación pública para investigar delitos, efectuar controles de identidad reuniéndose los requisitos legales para ello y detener a los delincuentes in fraganti y a aquellos contra los cuales exista orden de detención.

Los establecimientos universitarios no son ni pueden ser lugares de refugio para delincuentes. Tampoco existe inmunidad para los que delinquen dentro o fuera de esos recintos. Ello obliga al señor rector a condenar la ocupación de la casa central por violentistas y no a defenderlos criticando el cumplimiento de una obligación legal por parte de Carabineros. Esta actitud, compartida por otras autoridades universitarias e incluso por la alcaldesa, permite una completa impunidad para que estos hechos sigan sucediendo, con grave perjuicio para la mayoría de los estudiantes a los cuales se les impide su normal asistencia a clases.

Una cosa es protestar o hacer demandas dentro de lo legal y otra es el actuar violentista y destructivo que ha caracterizado estas manifestaciones. Sin una condena enérgica a los violentistas, seguirán produciéndose, cada vez más, este tipo de hechos.

Desde una oficina es fácil criticar de violencia innecesaria cuando se repelen agresiones con palos, piedras y molotov, como les ocurre a los carabineros. Hay un refrán que dice: "Otra cosa es con guitarra". Condeno la violencia innecesaria, pero defiendo el derecho a la legítima defensa por parte de carabineros, cuando son reiteradamente agredidos con saña, dentro de las situaciones que están viviendo. Basta mirar las imágenes para comprobar de dónde viene la violencia.

Miguel Otero Lathrop Profesor universitario de D° Procesal