La crisis crediticia ocurrida en la empresa La Polar durante los últimos meses y que llevó a la Superintendencia de Valores y Seguros a presentar una querella a los ex directivos y ex auditor de la compañía por “infringir el deber de cuidado y diligencia”, puso en tela de juicio a los gobiernos corporativos. Analizar su actual situación y principales desafíos, fue el objetivo de la jornada ”¿Nuevos directores para Chile?”, organizada por el Centro de Gobierno Corporativo UC, perteneciente a la Facultad de Derecho y la Escuela de Administración UC.

El Gobierno Corporativo es mucho más que el directorio de las empresas. Como explica el consultor Gonzalo Larraguibel, socio de Virtus Partners, entran en juego otros actores como los accionistas, el mercado de capitales y los diferentes stakeholders, tales como empleados, proveedores, consumidores, el Estado y la comunidad, entre otros. En pocas palabras, un buen gobierno corporativo promueve una gestión eficaz y eficiente que permita maximizar el valor de la empresa.

“La polar ha planteado varias dudas respecto de los gobiernos corporativos y ha lesionado la confianza pública”, afirmó el superintendente de Valores y Seguros, Fernando Coloma. Agregó que un buen directorio debe establecer y revisar periódicamente las estrategias y políticas de la empresa, supervisar la alta gerencia, establecer políticas adecuadas de remuneraciones e incentivos, tener un comportamiento prudente respecto de los riesgos, establecer códigos de ética y estándares de conducta para la organización, fijar mecanismos que solucionen conflictos de interés, aportar conocimiento y dedicación, e implementar sistemas de información interna.

Con respecto a los desafíos, los inversionistas debieran considerar la calidad de los gobiernos corporativos de las empresas en las que van a invertir; los directores debieran cumplir con ciertos requerimientos mínimos para ser directores y dedicación de tiempo suficiente para cumplir su labor; se incluyen las posibilidades de capacitación y la contratación de asesores en asuntos específicos. También debería existir una creciente autoevaluación o diagnóstico del gobierno corporativo, con planes de acción y desarrollo de manuales de buenas prácticas. Así como también perfeccionar el marco regulatorio, tales como hacer obligatorio el reporte directo de las empresas auditoras al directorio.

De acuerdo a un estudio que buscaba determinar el porcentaje de empresas en Chile que cumplía con los principios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, en 2004 solo el 54% lo cumplía y en 2007, la cifra aumentó a un 70%. De acuerdo a lo señalado por Gonzalo Larraguibel, este salto se debe a la elaboración de códigos que definen prácticas y reglas, la creación de comités y la llegada de directores independientes que profesionalizaron los directorios. Sin embargo, en el 53% de las empresas unifamiliares las decisiones se toman fuera del directorio, mientras que ese porcentaje baja a un 24% en el caso de las compañías no familiares.

Por otra parte, el 82% de las empresas familiares no cuentan con mecanismos de evaluación, mientras que el 46% cree que sí es importante tenerlos. Para alcanzar mejores prácticas, potenciar el directorio es clave, concluye este consultor. Por su parte, el nuevo ministro de Energía y ex subsecretario de Hacienda, Rodrigo Álvarez, afirmó que es clave el fortalecimiento del gobierno corporativo en las empresas públicas. Fernando Coloma: buenos gobiernos corporativos se traducen en un aumento del valor de las empresas y aumento de liquidez. También evitan externalidades negativas, tales como la desconfianza en el mercado.

El invitado internacional del seminario fue Edward Waitzer, presidente del Centro de Gobierno Corporativo de la Universidad de York, Canadá y ex presidente de la “Securities commission” de Ontario. El último panel estuvo dedicado a discutir sobre los desafíos de los directores independientes y contó con las exposiciones de Luis Hernán Cubillos, socio de Egon Zehnder International; Gustavo Alcalde, director de empresas; y Alejandro Ferreiro, director de empresas, ex ministro de Economía, y ex superintendente de Valores y Seguros.