La académica UC participó en el Seminario ‘Dilemas bioéticos en las relaciones de familia durante el aislamiento social, perspectivas internacionales y locales’, actividad organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (Argentina).

La pandemia por COVID-19 ha traído consigo múltiples desafíos en diferentes materias. Uno de ellos tiene que ver con las redes de apoyo de la ciudadanía para enfrentar esta crisis, dejando en evidencia la relevancia de las redes familiares, principalmente en lo relacionado a la muerte y al aislamiento social como medida de protección particularmente de los adultos mayores, población de riesgo ante la enfermedad.

Este fue el foco de análisis del seminario virtual organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (Argentina), titulado Dilemas Bioéticos en las Relaciones de Familia durante el Aislamiento Social. Perspectivas Internacionales y Locales, actividad realizada el 21 de mayo recién pasado y que contó con la participación de la profesora Derecho UC y directora del Centro UC de la Familia, Carmen Domínguez Hidalgo.

En su exposición titulada La relevancia de las redes familiares, la profesora Domínguez destacó que esta pandemia ha puesto de manifiesto la relevancia de contar con el apoyo de la familia, que se evidencia en el cuidado de los enfermos en el hogar y en recintos de salud, y que ha afectado principalmente a los adultos mayores en Europa, continente en donde los cambios demográficos han provocado un alarmante aumento en el número de personas que viven solas.

Sobre esto último, la profesora se refirió al documento titulado Recomendaciones y guías de acompañamiento frente a duelos por COVID-19, que fue entregado por la mesa social que asesora al Gobierno y que está integrada por el Rector de nuestra casa de estudios, Ignacio Sánchez.

Pese a que en el texto los expertos advierten respecto de la importancia de mantener medidas sanitarias -como el distanciamiento físico-, también señalan que “es necesario considerar que la enfermedad y muerte sin la presencia de la familia es una experiencia dolorosa”. El no tomar en cuenta el acompañamiento familiar y los ritos de despedida, sostiene el texto, podría traer efectos negativos a mediano y largo plazo para toda la comunidad. De hecho, convocan a “reevaluar permanentemente” las medidas de aislamiento.

“Creo que esa reflexión y las medidas propuestas corresponden al correcto enfoque con que debemos enfrentar estas situaciones desde nuestros países, precisamente porque la experiencia familiar es distinta y porque, en los hechos, es la red familiar la que está supliendo al Estado en nuestros países”, afirmó Domínguez.

Finalmente, la profesora Derecho UC concluyó que “es indudable que si la evolución demográfica y las transformaciones de la realidad familiar antes descritas alcanzan los niveles europeos, en nada estaremos con familias pequeñas y un país envejecido. La realidad que estamos viviendo con esta pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de desarrollar políticas públicas que fortalezcan la red familiar de las que nuestro continente ha carecido, en general”.