El Concierto, abierto a todo público y dirigido por el exalumno Felipe Ramos, fue un homenaje al maestro y profesor UC Víctor Alarcón.

En el Salón Fresno del Centro de Extensión y con la presencia de las principales autoridades de la Facultad, profesores, exalumnos y funcionarios, se desarrolló el Concierto de Celebración de los 130 años Derecho UC, instancia abierta a todo público y que homenajeó al maestro Víctor Alarcón, músico, director y académico del Instituto de Música UC que falleció en septiembre del año 2018.

Por cerca de una hora y media, el público presente pudo disfrutar del estrenó de la versión sinfónica del Primer Himno Nacional de Chile, de los autores Manuel Robles (1780-1837) y Bernardo De Vera y Pintado (1780-1827), además del Cantique de Jean Recine, op 11 de Gabriel Fauré (1845-1924) y la obra Misa Solemne de Santa Cecilia de Charles Gounod (1818-1893). Al continuación, el maestro Felipe Ramos anunció la interpretación de una pieza no prevista en el programa: el Tollite Hostias del Oratorio de Navidad de Camille Saint-Saëns (1835-1921), una obra especialmente querida por el maestro Víctor Alarcón

El concierto fue inaugurado por el decano de la Facultad, Carlos Frontaura, quien aseguró que esta actividad conmemora los 130 años de vida de Derecho UC y es un tributo a la música y a la cultura que representa algunos anhelos de la Facultad: “Un espíritu de comunidad, un sentido de pertenencia, y un esfuerzo por ahondar en nuestros espíritus, elevando nuestras almas hacia Dios y ofreciéndole nuestros corazones y nuestras manos a nuestros hermanos”.

El Concierto, dirigido por el exalumnos de la Facultad Felipe Ramos, y que fue disfrutado por una concurridísima asistencia, contó con la participación de Andrea Aguilar (Soprano), Brayan Ávila (Tenor), Cristián Moya (Barítono), el Coro de la Facultad de Derecho UC, el Coro de Estudiantes UC, el Coro de Funcionarios UC, el Coro Orfeo de Santiago, el Coro Crecer Cantando y el Ensamble Vocal e Instrumental Concerto Vocale.

Las obras:

El Primer Himno Nacional de Chile, compuesto en 1820 por Manuel Robles sobre la letra de Bernardo de Vera y Pintado, tuvo una vida breve y díscola. Su música fue reemplazada hacia 1827 por la del compositor español Ramón Carnicer y su texto antihispánico fue sustituido veinte años después por la letra del jóven Eusebio Lillo. Con todo, el Primer Himno Nacional no desapareció por completo, pues Lillo conservó la letra del coro "Dulce Patria..." de Vera, que cantamos hasta el día de hoy con la múisica de Carnicer.  

El célebre Cantique de Jean Racine es una obra de juventud (ca. 1865) del francés Gabriel Fauré, cuya versión original era para coro y piano u órgano. En el concierto se interpretó su versión orquestal, de composición posterior, cuya textura delicada resalta la anhelante esperanza del pueblo en Dios.

La Misa de Santa Cecilia es una de las obras cumbres de la música religiosa francesa. Pocas son las obras de este tipo que saben combinar profundidad espiritual, delicadeza técnica, carácter popular e impacto emocional. Uno de los mejores testimonios a este respecto provino del compositor Camille Saint-Saëns, quien sostuvo más de cuarenta años después del estreno de la obra: “La aparición de la Misa de Santa Cecilia en la Iglesia de San Eustaquio causó una suerte de estupor. Esa simplicidad, esa grandeza, esa luz serena que se levantaba sobre el mundo musical como una aurora, molestaban a mucha gente; se sentía la llegada de un genio y, como todos saben, esta llegada es generalmente mal recibida. Intelectualmente – cosa rara – el ser humano es nocturno, o al menos crepuscular; la luz le da miedo, y hay que acostumbrarlo gradualmente a ella. Ahora bien, era por torrentes que los rayos luminosos emanaban de esta Misa de Santa Cecilia. Primero fuimos deslumbrados, luego encantados, finalmente conquistados”.

Revis la galería de imágenes aquí

myFlickr