El abogado especialista en derecho penal tiene una vasta trayectoria académica y es autor de más de una docena de libros de esa materia. Además, es doctor en Derecho y magíster de la Universidad Autónoma de Barcelona. Se incorporará a la Tercera Sala de la Corte.

El pasado martes 19 de octubre el exalumno de Derecho UC Jean Pierre Matus asumió como nuevo ministro de la Corte Suprema en una ceremonia que se realizó de forma presencial encabezada por el presidente del máximo tribunal del país Guillermo Silva, y donde se destacó la trayectoria profesional y personal del nuevo ministro

Matus egresó de la Facultad en 1990 y tras licenciarse en 1992 viajó a España para cursar un magíster y luego un doctorado en Derecho en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Su llegada a la Facultad y el sello UC

¿Por qué eligió Derecho UC para formarse profesionalmente?

- En 1986 la UC era la única universidad que ofrecía becas de alimentación. Allí estaba estudiando mi hermana y yo mismo había realizado estudios de Ingeniería el año anterior. Además, la intervención militar de las universidades en aquella época era notoriamente menos relevante que en la Universidad de Chile. Por otra parte, la FEUC se había reorganizado en 1985 —antes que la FECH— y los centros de estudiantes se regían por votaciones democráticas.

¿Qué recuerdos tiene de su paso por Derecho UC?

Tengo los mejores recuerdos de mis compañeros de curso y de varios profesores. De hecho, un grupo de mis compañeros (que denominamos “La Corporación”) mantenemos reuniones mensuales y a veces súbitas, y con cuya amistad cuento al punto que he debido ponerlos a todos en la lista de potenciales recusaciones que uno debe ofrecer para evitar cualquier viso de imparcialidad al momento de fallar. Con varios de los demás compañeros y compañeras también mantengo relaciones, no tan estrechas, pero siempre afectuosas, motivo por el cual entiendo que más de la mitad del curso firmó una de las cartas de apoyo a mi nombramiento en la Corte.

¿Algún profesor que lo haya marcado?

De primer y segundo año recuerdo con especial cariño a don Raúl Bertelsen, quien explicaba siempre los aspectos históricos que incidían en las disposiciones de la Constitución entonces vigente y quien, a pesar de encontrarse en las antípodas de mi pensamiento político de entonces, siempre me evaluó con las mejores notas, tomando en cuenta únicamente mi desempeño en los exámenes. En tercero y cuarto, naturalmente, el ciclo de Derecho Penal con Luis Ortiz marcó definitivamente mi carrera profesional. Y en los últimos años, las clases ‘cuasiparticulares’ que con un pequeño grupo de valientes tomamos con el profesor Carlos Concha, que aparte de instructivas, fueron siempre un desafío para nosotros.

¿Cuál cree que es el sello de la Facultad y de la UC?

Lo más importante para mí es una formación profesional que fomente el respeto de las diferencias políticas y filosóficas, sin olvidar la necesidad del conocimiento preciso de las leyes vigentes, cuya aplicación uniforme se entendía como garantía de seguridad jurídica. Es cierto que también muchos profesores -la mayoría, a decir verdad- fomentaban también ideas iusnaturalistas, pero siempre distinguiendo esas ideas de la ley vigente. No sé si ello sería intencional o no, pero esta firme separación entre la crítica a la legislación y la legislación como tal, con el tiempo se me ha significado profundamente valiosa para la democracia, pues en este sistema lo único que tenemos los ciudadanos como garantía contra la arbitrariedad y la injusticia es el respeto a la Constitución y las leyes vigentes, amén de la posibilidad de reformarlas o sustituirlas por procedimientos también democráticos.

“Haré cumplir la Constitución y las leyes vigentes”

Jean Pierre Matus fue nominado por el Presidente Sebastián Piñera y luego ratificado por el Senado por 30 votos a favor, cuatro en contra y tres abstenciones. Ocupará uno de los cinco cupos que hay en la Corte Suprema para abogados externos al Poder Judicial y que asumen en calidad de ministros, y se incorporará a la Tercera Sala del máximo tribunal.

¿Esperaba ser nombrado ministro de la Corte Suprema?

Todo estudiante de Derecho ve en un nombramiento de esta clase un honor y un privilegio. Me imagino que también lo ven así los abogados y los profesores. Sin embargo, una vez que se inician las carreras profesionales de cada cual, los vericuetos de éstas no siempre lo ponen a uno en posición de esperar ser nombrado en tal alto cargo. De hecho, a principios de año yo tenía otros planes vitales y solo la insistencia de algunos amigos me hizo presentarme al concurso correspondiente. Y, obviamente, como todos quienes nos presentamos al concurso para las vacantes del Sr. Carlos Künsemüller y de la Sra. María Eugenia Sandoval, una vez que fuimos llamados a presentar nuestra propuesta, esperábamos quedar en la quina formada por la Corte, el nombramiento por el Presidente y la aprobación por el Senado.

¿Cuáles son los objetivos que espera cumplir en su nuevo rol?

El muy simple objetivo de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes vigentes, como manda el juramento de rigor.

“Respeto, cordialidad profesional e investigación”

¿Qué mensaje les daría a los alumnos de Derecho UC para comenzar a pavimentar su carrera profesional?

Aunque nuestra profesión permite muchas salidas diferentes de desarrollo, creo que en todas ellas se requieren dos aspectos fundamentales: por una parte el respeto y la cordialidad profesional, pues nunca se sabe en qué lugar del mesón se encontrará uno a la vuelta de los años y siempre ha de distinguirse entre las personas de los colegas y el interés que se representa, el rol que se cumple o el cargo que se ejerce; y, por otra, procurar siempre investigar siquiera un poco más allá de la información que se recibe, no olvidando que el primer juez de cada causa es el abogado y que, para ello, se ha de aplicar la ley que existe y no la que uno quisiera que exista, sin perjuicio de que, si se estima la ley existente como injusta, anacrónica o inapropiada, ejercer las acciones constitucionales que correspondan o promover las reformas que se estimen necesarias, a través de publicaciones o colaborando con o participando directamente en la actividad política, por las vías institucionales.