El profesor UC abordó la situación jurídica de la inteligencia artificial, la aplicación y desafíos para la ciencia jurídica desde la perspectiva de la doctrina social de la Iglesia y en la administración del Estado.
El profesor de nuestra Facultad, Carlos Amunátegui desarrolló una nutrida agenda de actividades donde abordó el tema de la inteligencia artificial, materia que ha investigado y que desarrolló en su más reciente libro titulado ‘Arcana Technicae. El Derecho y la inteligencia artificial’, publicado el 2020 por editorial Tirant Lo Blanch.
De esta forma, el profesor Amunátegui fue invitado a participar en la actividad inicial del ciclo de Seminarios de investigación de liderazgo de pensamiento organizado por Brunel University London, espacio donde compartió una conversación con el profesor visitante de nuestra Facultad Stelios Andreadakis, bajo el tema La situación jurídica de la inteligencia artificial.
En la instancia, los académicos abordaron la importancia de la inteligencia artificial en la vida cotidiana de las personas última década, tanto económica como social, así como la inexistencia del estatus legal. Como la inteligencia artificial se basa en información, la posibilidad de adaptar las antiguas categorías legales para abarcarlas se vuelve difícil. ¿Debemos considerarles cosas? Y si es así, ¿pertenecen a la categoría de corpóreas o incorpóreas? ¿Deberíamos construir un tipo especial de personalidad? ¿Se puede regular la información como titularidad? Estas fueron algunas de las preguntas que fueron analizadas en el encuentro, desde la perspectiva histórica y comparativa.
Posteriormente, el 11 de noviembre, el profesor Amunátegui participó en el encuentro de pastoral de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso titulado Inteligencia artificial en la actualidad. En dicha instancia, Amunátegui expuso la ponencia titulada Inteligencia artificial y doctrina de la Iglesia: Aplicaciones y desafíos para la ciencia jurídica, espacio en el que se refirió respecto de cómo las tecnologías de inteligencia artificial plantean nuevos desafíos filosóficos y sociales y cómo estos dialogan con la doctrina social de la Iglesia.
Finalmente, el 12 de noviembre, el profesor UC fue el invitado central de un nuevo encuentro del Ciclo de Conferencias 2021, organizado por la Escuela de Abogados del Estado de Argentina. En dicha instancia presentó la conferencia titulada Avances tecnológicos en la administración: Inteligencia artificial y Derecho. Aplicaciones.
En su exposición, el académico planteó una serie de problemas que presenta la inteligencia artificial para poder implementarla en la administración del Estado. El primero de ellos es que estos sistemas son oscuros, no sabemos por qué deciden: “El nivel de complejidad que han alcanzado estos sistemas hace que sean completamente ininteligibles para nosotros. Son, en buena medida, ‘cajas negras’ y se les denomina así porque tú sabes lo que entra y sale de una caja negra, lo que está en medio es desconocido. Hay razones en la obtención de un resultado, pero cada razón tiene un peso de un cienmilésimo matemáticamente hablando”, afirmó.
El segundo problema que podría ocurrir es que un sistema adquiera los mismos sesgos o conductas discriminatorias que tiene una sociedad. ¿Cómo podría ocurrir esto si se trata de un sistema matemático y, por lo tanto, es objetivo? “Los datos no son objetivos, los toma ‘alguien’ quien plasma las consideraciones y prejuicios de una persona y, además, los datos pertenecen a la historia y los seres humanos cambiamos de criterio. Lo que hoy día nos parece perfectamente razonable, a una persona de 1960 le parecería una locura y si alimentamos una base con datos de 1960 los resultados serán una locura”.
Explicó que hay varios tipos de sesgos y que ello “no debería inhibirnos de utilizar la inteligencia artificial en el sector público, ya que ésta puede ser una herramienta útil, que entregue beneficios a las personas justas en el momento oportuno y, realmente, hacer del Estado algo presente, que acompañe y ayude a la vida de las personas; lo que debemos lograr es controlar los sesgos”.
Finalmente, hizo algunas recomendaciones para evitar los problemas de sesgo en la administración del estado tales como hacer un catastro de sistemas de inteligencia artificial utilizados por el estado y auditarlos.
