En la instancia, organizada por la Alianza Estratégica de Universidades Católicas de Investigación (SACRU), la académica expuso sobre ‘Solidaridad familiar en la pandemia’.

El pasado 12 de noviembre se desarrolló la Conferencia sobre Vida familiar y COVID-19, actividad que fue organizada por la Alianza Estratégica de Universidades Católicas de Investigación (SACRU) y que tuvo como invitada a la profesora de nuestra Facultad, Carmen Domínguez Hidalgo.

En esta instancia, la académica participó en el cuarto panel donde abordó la temática Solidaridad familiar y pandemia. Su exposición tuvo como foco de reflexión el cómo la pandemia ha puesto de manifiesto la relevancia de las redes familiares, afectando principalmente a las personas mayores quienes se han visto obligadas a vivir en soledad, principalmente en Europa.

“En nuestro continente la situación es distinta, pues se caracteriza por la fortaleza de sus redes familiares y son éstos quienes asisten a las personas mayores en el confinamiento. Respecto de los que están hospitalizados, al menos en Chile pueden tener contacto con algún familiar que les lleva lo necesario”. Agregó que nuestra Universidad forma parte de la mesa social que asesora al gobierno en el manejo de la pandemia y entregó un documento sobre Recomendaciones y guías de acompañamiento frente duelos por COVID-19.

Pese a que en el texto los expertos advierten sobre la importancia de mantener medidas sanitarias -como el distanciamiento físico-, también señalan que “es necesario considerar que la enfermedad y muerte sin la presencia de la familia es una experiencia dolorosa”. El no tomar en cuenta el acompañamiento familiar y los ritos de despedida, sostienen, podría traer efectos negativos a mediano y largo plazo para toda la comunidad. De hecho, convocan a “reevaluar permanentemente” las medidas de aislamiento.

‘La muerte en un hospital, entre desconocidos, sin el cariño de la familia, es una experiencia desgarradora para el paciente, para su familia y también para el personal que los atiende’, se lee en el texto, donde también llaman a ‘pensar si la muerte en soledad es una medida proporcionada’. “Creo que esa reflexión y las medidas propuestas corresponden al correcto enfoque con que debemos enfrentar estas situaciones desde nuestros países, precisamente porque la experiencia familiar es distinta y porque, en los hechos, es la red familiar la que está supliendo al Estado en nuestros países. Nuestros países pueden ser caracterizados como 'estados familiarizados' pues en ellos es más bien la familia la que subsidia al Estado y no a la inversa".

Finalmente, la académica concluyó que “es indudable que, si la evolución demográfica y las transformaciones de la realidad familiar antes descritas alcanzan los niveles europeos, en nada estaremos con familias pequeñas, de uno o dos hijos a cargo de uno de sus padres -normalmente la madre- con escasa red de apoyo para ayudarles a cubrir las necesidades urgentes ya aludidas. Y la realidad que estamos viviendo con esta pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de desarrollar políticas públicas que fortalezcan la red familiar de las que nuestro continente ha carecido, en general”.