El académico UC reemplazó en sus funciones al profesor Juan Luis Goldenberg. Entre los principales desafíos de la publicación se encuentra el tránsito de la edición en papel a la digital y su mayor apertura al mundo anglosajón.

Tras ocho años a la cabeza de la Revista Chilena de Derecho, y tras hacer cumplido un ciclo en esta materia, el profesor Juan Luis Goldenberg decidió dar un paso al costado y el nuevo decano de la Facultad, Gabriel Bocksang, nombró como su sucesor al profesor Álvaro Paúl, quien era el Secretario de Redacción de la Revista Chilena de Derecho.

La publicación, consolidada como la más importante en nuestro país y en el mundo hispano hablante, presente en los principales índices académicos, entre ellos WoS, tiene una serie de nuevos desafíos como entrar de lleno en la era digital, aumentar su factor de impacto y tratar de ser también un referente en el mundo anglosajón.

“Mi nombramiento como Director es especialmente honroso, porque en dicho cargo sucedo no sólo a Juan Luis Goldenberg, un gran académico y mejor persona, sino que también a otros relevantes miembros de la academia nacional”, aseguró el profesor Paúl.

Entre las principales líneas de trabajo, agregó el mismo, se encuentra el plantearnos que la Revista Chilena de Derecho, que actualmente es publicada en papel y en formato digital, se presente principalmente en este último formato, y que se imprima solo para aquellos que lo encarguen. Esto hará posible contar con un sistema de publicación ahead of print, lo que tendría como resultado que los artículos serían publicados en una fecha más próxima a la del término de la investigación, siendo así más oportunos y, potencialmente, más citados. Lo anterior nos exigirá modernizar nuestra página web y nuestro sistema interno de trabajo.

En cuanto al factor de impacto, el equipo trabajará para elevar más la exigencia del proceso de selección de artículos. “Para esto es necesario idear un sistema que filtre los trabajos recibidos en forma previa a la etapa de envío de manuscritos a los árbitros. Esta labor editorial nos exigirá poner límites al reenvío de trabajos, además de requerir un estudio acabado de nuestros índices de citación. Por último, tendremos que contratar definitivamente programas para detectar violaciones a nuestro Manual de Normas Éticas y Buenas Prácticas, pues violaciones como las del autoplagio (bastante más extendidas de lo que uno pudiera pensar) inciden en la novedad que presentan los artículos para el mundo jurídico”.

Asimismo, recalcó el nuevo Director, atendido que gran parte de las revistas listadas en los índices académicos más exigentes son parte del mundo anglosajón, pensamos que conviene tratar que la Revista Chilena de Derecho sea bien considerada también en dicho ámbito. “Adentrarnos en ese mundo nos permitirá tener referentes de comparación más demandantes, lo que nos incentivará a ser aún más autoexigentes con nuestro trabajo. Para hacer esto, tendremos que procurar algunos cambios sencillos, como que nuestra página web esté efectivamente en idioma inglés, traducir ciertos documentos de trabajo, como nuestro Manual de Normas Éticas y Buenas Prácticas, o contar con personal que pueda asistirnos en la labor de revisión de artículos escritos en inglés. También será necesario que la Revista ingrese a algunos sistemas de distribución de manuscritos anglosajones, que puedan poner a la Revista Chilena de Derecho dentro del radar de un mayor número de autores angloparlantes”.

El decano de la Facultad, Gabriel Bocksang, deseó el mayor de los éxitos al profesor Paúl y al equipo de la Revista en sus nuevas labores y los llamó a seguir trabajando para que la Facultad confirme y aumente su protagonismo en materia de investigación. “Queremos seguir desarrollando nuestra reflexión y proyectarla a todos los países, entablando diálogos con todos los continentes y llegando a todos los rincones del mundo, en la búsqueda global de la verdad sobre la justicia y el derecho”.